Fragmentos [ f e r r o l ]

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“El autor nos muestra a través de la observación de la arquitectura que nos rodea una nueva versión de nuestro paisaje urbano. Se deduce en la observación de las imágenes que el fotógrafo ha paseado su mirada con la calma y el deleite del que conoce aquello que encuentra, no es pues un mirar gratuito en pos de la ironía o el dramatismo visual; tampoco se trata de ilustrar crítica alguna ni de alabar lo bien hecho, consiste más en mostrar los retazos, Fragmentos, de callejear por la ciudad, mostrando así perspectivas desconocidas, invitándonos, además, a repetir el itinerario intentando descifrar de qué manera y en qué lugar fueron descubiertas las tomas.

Así nos encontramos imágenes de toda la comarca, descubrimos una nueva forma de mirar, por ejemplo, el Pazo da Cultura de Narón en donde el fotógrafo habla de su verticalidad incidiendo además con la búsqueda de más elementos alargados, descubiertos incluso en los mismos matojos y árboles que lo rodean, es curiosa esta perspectiva porque si bien el edificio en si es verdaderamente alto, la sensación a la que nos lleva en su visión al natural y en conjunto, más bien es a un bloque enorme pero en suma algo achaparrado en el que lo único que destaca por su verticalidad son justamente esas columnas. En la misma línea descubrimos una plaza del concello de Fene castigada por el paso del tiempo, en el que el juego de columnas es similar y en donde el fotógrafo hace un ejercicio similar, ofreciéndonos una perspectiva en la que destaca a modo de bosque las columnas que rodean la plaza y al fondo los verdaderos árboles alargando todavía más la imagen.

Pero si en esas fotografías está claro de qué lugar estamos hablando, en otras es verdaderamente difícil descubrir que paisaje está representado. Roi Alonso hace un ejercicio de sublimación de los elementos arquitectónicos omitiendo datos que los fijen al suelo, extrayendo de los bloques, con el fin de ensalzar el conjunto, aquellas texturas, brillos y materiales que los rodean para darles así una dimensión y calidad nueva, utilizando siempre la fotografía pura, la de las luces y las sombras, o lo que es lo mismo, el blanco y negro con el fin de minimizar datos erróneos que puedan entorpecer el camino hacia la comprensión del conjunto. Un ejercicio éste muy sencillo en sus resultados, pero de complejidad mental en la que la precisión es fundamental, una precisión que solo se consigue, en este caso, con un vasto conocimiento de la arquitectura desde un punto de vista técnico y artístico al mismo tiempo.”
Juana p. luna en La Voz de Galicia